A lo largo del informe se identifican varios retos prioritarios que Euskadi debe enfrentar si quiere capitalizar las oportunidades que ofrece la migración y, a la vez, mitigar sus riesgos.
- El reto de la mano de obra:
La falta de relevo generacional en el mercado laboral vasco es uno de los retos más acuciantes. Zedarriak propone políticas activas de captación de talento y de mejora en la colaboración entre empresas, sistema educativo y organizaciones de la sociedad civil, con el fin de alinear las necesidades del mercado laboral con la formación de los futuros trabajadores.
Será preciso también introducir cambios en la regulación actual, diseñada en un momento en el que la inmigración no había tomado las dimensiones y la complejidad que ahora tiene, con objeto de que las personas migrantes puedan regularizar su situación laboral, y de esta forma contribuir también con sus tributos al mantenimiento de las políticas sociales (aspecto clave en Euskadi, por el Concierto y el Cupo).
- El reto de la integración multicultural:
El informe recalca la importancia de construir una sociedad multiétnica y multicultural. La integración socioeconómica no es suficiente; Zedarriak aboga por un enfoque integral que incluya la acogida, la participación cívica y el diálogo intercultural. Las iniciativas de convivencia deben ser diseñadas no solo para los nuevos migrantes, sino también para la población local, generando espacios comunes que fomenten el intercambio y el respeto mutuo.
- El reto de la diáspora vasca:
La diáspora es otro de los ejes estratégicos del informe. Euskadi tiene una comunidad extensa y diversa repartida por el mundo, y es esencial mantener y fortalecer los lazos con esta diáspora. El informe sugiere fomentar redes de colaboración con las personas vascas en el exterior, no solo como una forma de mantener vínculos culturales, sino también como una vía para generar intercambio de conocimientos y oportunidades económicas.
- Cooperación internacional y Derechos Humanos
Finalmente, Zedarriak subraya la importancia de gestionar la migración de manera responsable y equitativa. Se necesitan políticas que equilibren las necesidades económicas de Euskadi con los derechos de los migrantes y los intereses de sus países de origen. La colaboración internacional y las políticas migratorias basadas en derechos humanos son esenciales para asegurar que el proceso migratorio beneficie a todas las partes.